- El sector de ladrillos y tejas cerró 2024 con 130 empresas activas, una producción de 5,45 millones de toneladas y un volumen de negocio de 719 millones de euros. El empleo ha crecido el último año un 1,8%, llegando a los 4.877 trabajadores.
- Las exportaciones del sector alcanzaron los 92 millones de euros, un 90 % más que hace una década, consolidando a España como segundo exportador europeo y cuarto en volumen global.
- El sector reitera su compromiso con la sostenibilidad, destacando sus avances en soluciones constructivas industrializadas, digitalización y certificación ambiental.
- Ante el problema de acceso a la vivienda, Hispalyt insta a liberar suelo y facilitar los procedimientos urbanísticos para responder a la creciente demanda.
Madrid, 28 de mayo de 2025.- La Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y
Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt) ha presentado hoy en rueda de prensa el balance
del sector de cerámica estructural correspondiente a 2024, así como las principales
reivindicaciones para afrontar los desafíos del futuro en materia de vivienda, energía,
mano de obra y normativa.
Datos del sector de ladrillos y tejas 2024
El vicepresidente de Hispalyt, Francisco Rodríguez presentó las cifras del sector en
2024.

El sector de ladrillos y tejas cerró el último ejercicio con 130 empresas activas, una
producción de 5,45 millones de toneladas y un volumen de negocio de 719 millones
de euros. A pesar de la ligera caída del 0,1% en facturación respecto a 2023, se consolida un crecimiento del 105% frente a 2014. El empleo también creció un 1,8%,
alcanzando los 4.877 trabajadores, con un alza acumulada del 35% en la última
década.
Por otra parte, las exportaciones del sector alcanzaron los 92 millones de euros,
un 90% más que hace una década, consolidando a España como segundo
exportador europeo y cuarto en volumen global.
El vicepresidente de Hispalyt, valoró estas cifras de forma positiva, asegurando que el
sector afronta el futuro con optimismo. “A la vista de estos datos podemos decir que
contamos con un sector consolidado, eficiente y generador de valor económico y
social. La estabilidad empresarial, el crecimiento acumulado en producción, negocio y
empleo posicionan al sector como un referente de resiliencia, competitividad y
progreso continuo. En esta línea continuaremos trabajando para afrontar el futuro con
garantías”, declaró.
Déficit de vivienda en España
Francisco Rodríguez analizó los datos de construcción de viviendas y la problemática
actual en este sentido. Las previsiones para el sector de la construcción muestran un
crecimiento moderadamente optimista, con estimaciones de hasta un 4 % para
2025, y un 2,7 % para 2026. No obstante, señaló, “estas cifras resultan insuficientes
para afrontar el profundo déficit de vivienda existente en el país, que se estima en
torno a las 600.000 unidades entre los años 2022 y 2025”.
Rodríguez advirtió que este desequilibrio entre la oferta y la demanda no solo no se
está corrigiendo, sino que amenaza con agravarse si no se adoptan medidas urgentes.
El sector cuenta con precedentes que demuestran su capacidad. En periodos
anteriores, relató, “se llegaron a construir hasta 700.000 viviendas anuales. En la
actualidad, sin embargo, la producción anual apenas alcanza las 200.000-250.000
viviendas, muy por debajo de las necesidades reales, lo que podría llevar a un déficit
acumulado de entre 700.000 y 750.000 viviendas en los próximos años”.
El vicepresidente de Hispalyt explicó que el principal obstáculo identificado es la
escasez de suelo urbanizable y la lentitud de los trámites. El proceso de
transformación del suelo es excesivamente lento, como ha explicado Rodríguez, se
requieren 10 años para pasar de suelo rústico a urbanizable, 3 años para ejecutar los
proyectos de urbanización, 1 año para tramitar licencias y 2 años para la construcción.
Este ciclo ha impedido la generación de nuevo suelo urbanizable al ritmo que se
requiere. Además, señaló como preocupante la casi total desaparición de la
vivienda pública desde entonces.
En este contexto, se hizo alusión también al desglose de los costes que influyen en el
precio total de la vivienda. Haciendo alusión a un estudio elaborado por Asprima, en el
que se puede observar como alrededor del 57% del precio final de la vivienda
corresponde a suelo e impuestos, siendo solo un 16% los costes de
construcción, del cual menos de un 10% corresponde a los materiales.
Este dato es relevante, ya que como afirmó el responsable de Hispalyt, “la percepción
generalizada de que el encarecimiento de la vivienda se debe, principalmente, al
incremento en los precios de los materiales, queda totalmente desmontada, pues en
realidad, su peso en el coste total es relativamente limitado”.
“Nuestro sector es parte de la solución, no del problema”, afirmó Francisco Rodríguez,
y añadió que, ante esta situación, desde Hispalyt se propone una hoja de ruta clara, “liberar más suelo urbanizable, agilizar los trámites urbanísticos y desbloquear
la Ley del Suelo. Solo así será posible responder a la demanda creciente de vivienda
y evitar que el déficit estructural siga aumentando”.
El reto de la descarbonización y la industrialización
El sector cerámico está comprometido con la descarbonización mediante la
electrificación de procesos, pero el vicepresidente de Hispalyt, advierte que las
actuales redes eléctricas no tienen capacidad suficiente para sostener esta
transformación, lo que limita el avance hacia los objetivos de reducción de emisiones
del 62 %, que en la práctica, como auguró el responsable de la Asociación,
“supondrían una carga fiscal adicional para las empresas”.
Además, destacó el papel histórico de la cogeneración en su eficiencia energética,
lamentando que el marco regulatorio actual haya dejado inactivas muchas
instalaciones, pese a su mayor eficiencia y capacidad para estabilizar el sistema
eléctrico, especialmente en zonas rurales. Esta situación, dijo, “representa una
oportunidad perdida para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia energética del país”.
Otro de los grandes retos del sector es la construcción industrializada, en este sentido,
desde Hispalyt se reivindica el papel del ladrillo cerámico en el PERTE presentado
recientemente, como material industrializable y tecnológicamente compatible con la
construcción 4.0.
La asociación defiende que la industrialización, no debe sacrificar la calidad y tiene
que apoyarse en materiales duraderos como los cerámicos. Como destacó Francisco
Rodríguez, el sector está preparado para la construcción industrializada y ofrece
soluciones para ello.
Escasez de mano de obra cualificada
El envejecimiento de la plantilla y la falta de relevo generacional amenazan la
continuidad de oficios como el de albañil. Hispalyt ha impulsado campañas piloto en
Galicia y la Comunidad Valenciana, junto a administraciones y organizaciones
regionales, para formar nuevos albañiles con cursos prácticos de alta empleabilidad. El
objetivo es extender estas iniciativas a nivel nacional.
Con campañas como esta, tal y como ha explicado la secretaria general de Hispalyt,
Elena Santiago, “se pretende dignificar el oficio de albañil y mostrar sus ventajas:
buena remuneración, estabilidad y condiciones laborales atractivas”.
Cambios normativos en el CTE
Elena Santiago, habló también de la revisión que se está llevando a cabo del Código
Técnico de la Edificación (CTE) en materia de seguridad contra incendios (DB SI)
y acústica (DB HR), la cual dijo, representa una oportunidad para reforzar la calidad
de la edificación. Hispalyt respalda el endurecimiento normativo y defiende la
garantía que los materiales y sistemas cerámicos ofrecen en este sentido, tanto en la
seguridad contra el fuego, como en el aislamiento acústico. “Las cualidades térmicas,
estructurales, acústicas y de resistencia al fuego de los productos cerámicos los
posicionan como una solución óptima ante las nuevas exigencias”, declaró la
secretaria general de Hispalyt.
La responsable de la asociación hizo alusión a la Encuesta sobre la calidad de la
vivienda en España realizada por Ipsos, que fue presentada recientemente. En ella, 9 de cada 10 ciudadanos expresaron el deseo de reforzar la normativa en materia de
seguridad contra incendios.
En este sentido desde Hispalyt, se han presentado una serie de medidas a incluir en el
BBI SI del CTE, como por ejemplo, añadir un apartado de control de ejecución o
aumentar las exigencias de paredes interiores y fachadas.
Mientras se desarrollan los cambios normativos, el sector de ladrillos y tejas propone
trabajar con las administraciones locales para reforzar las inspecciones técnicas de
edificios y plantea la incorporación de auditorías sobre la combustibilidad de materiales
y otras condiciones de seguridad (como evacuación o presencia de vehículos
eléctricos), cuya información esté digitalizada y disponible para los bomberos. “Esto
permitiría una respuesta más eficaz y mejoraría la seguridad de los ciudadanos”,
comentó Santiago.
Compromiso del sector con sostenibilidad e innovación
Por último, Elena Santiago reivindicó el valor del sector cerámico y de los
productos y sistemas que fabrican en cuanto a sostenibilidad, durabilidad,
seguridad y eficiencia. Resaltó como se ha conseguido conjugar tradición e
innovación y el avance hacia procesos de mejora continua, como el desarrollo de
soluciones constructivas industrializadas, la implementación de tecnologías como
objetos BIM, y la actualización de certificaciones ambientales.